Pese a que son la entrada a la casa, al hogar, al recinto en que se desarrolla la vida con la familia, las puertas de portal a veces no son vistas con la importancia que requieren.
No solo se trata de un asunto de estética y de fachada, sino de seguridad y durabilidad. Son puertas que estarán expuestas, muchas veces, a las inclemencias y variaciones del clima o (en caso de edificios o condominios) verán mucho tráfico de personas en ir y venir.
Por tanto, la importancia de las puertas de portal radica en un asunto de seguridad. Resguarda las pertenencias y los seres queridos de ladrones y okupas y mantiene la tranquilidad de saberse protegido.
¿Cómo debe ser una puerta de portal?
Las puertas de los portales deben cumplir ciertas características. Es decir, deben ser en primer lugar, seguras. Deben contar con la posibilidad de tener cerraduras inviolables antiganzúas o cerrojos inteligentes con llaves electrónicas, contraseñas o mandos a distancia que solo puedan manejar las personas autorizadas.
Por otra parte, tienen que estar fabricadas con materiales durables y resistentes como el hierro (y aleaciones que las hagan fuertes), acero o hierro de forja. Existen puertas de portales de cristal de seguridad y aluminio que son muy resistentes y también las hay de materiales sintéticos que son acorazadas. Es decir, que poseen acero en su interior que las hace inviolables.
Las puertas de portales de madera, por ejemplo, no son una buena elección, ya que la humedad y el paso del tiempo las pueden dañar con facilidad.
El aislamiento que una puerta de portal pueda ofrecer es, asimismo, un factor de suma importancia. Aislar el interior del clima y del ruido es un valor agregado de esos elementos tan importantes en el hogar.
Por último, la estética y el agrado a la vista no deben quedar por fuera. Ya que es la primera impresión que ve el visitante. Una puerta de portal debe ser bonita y atractiva, ajustada a las tendencias del diseño sin sacrificar la seguridad y las características ya mencionadas.
Tipos de puertas de portal
Las puertas de portal se dividen en tres grandes grupos:
Según el material de fabricación
Vidrio o cristal: Son muy estéticas y permiten el paso de la luz y también dan sensación de amplitud visual. Hay modelos estéticos con acabados modernos.
Acero inoxidable: este es un material con muchas ventajas, ya que no solo es resistente, sino también duradero y resiste muy bien las variaciones climáticas. Además, es ligero y atractivo a la vista.
De hierro: aparte de ser uno de los materiales más resistentes y seguros que hay, brinda la posibilidad de infinidad de diseños y estilos que van desde los más modernos a los clásicos. En combinación con cristales de seguridad dan un aire de moderna sobriedad.
Aluminio: es duradero, resistente a la corrosión, al clima y es ligero.
Madera: aunque la madera no suele usarse mucho en puertas de portal, las que se hacen de este material pasan por procesos especiales para hacer la madera más duradera. Obviamente son muy estéticas.
Vinilo: representa una alternativa muy duradera de mantenimiento muy fácil.
Fibra de vidrio: permite gran maleabilidad, formas y colores. Algunas pueden imitar a la madera.
Según el sistema de apertura
Batientes: son las más usadas y compuestas por una o dos hojas que abren hacia adentro y que permiten ser automatizadas.
Correderas: abren y cierran mediante un sistema de rieles. Se usa mucho en edificios modernos.
Plegables: al estilo de un acordeón maximiza el acceso de personas.
De vaivén: se usan donde hay mucho tránsito de personas y hacen posible que se abran hacia adentro y hacia afuera.
Según la tecnología
Tradicionales: son las que abren con cerrojos usuales con llaves. Por lo general, se usan las de seguridad con llaves imposibles de copiar, con bombines anti robo y escudos de seguridad.
Electrónicas: se incluyen las que se abren con códigos alfanuméricos, mandos a distancia, aplicaciones móviles o tarjetas electrónicas de acceso. Suelen ser muy seguras y su uso se ha popularizado mucho en los últimos años.