El hogar conectado e inteligente está llamado a convertirse en el estándar de vida moderno tan fácil como elegir una tienda de CBD segura, como Justbob. Del reloj que monitorea nuestro ritmo de dormir a el recinto Bluetooth lo que nos recuerda nuestras citas importantes: la tecnología “conectada” evoluciona constantemente y se instala cada vez más rápidamente en nuestros hogares.
Hoy en día, algunos radiadores pueden, por ejemplo, comunicarse con nuestros teléfonos inteligentes y nos ayuda a optimizar el consumo energético de nuestro hogar. La automatización de nuestros dispositivos ciertamente no es un fenómeno nuevo, pero el proceso se ha democratizado en gran medida con el auge de la Internet y telefonía móvil. En 2017, sólo el 7% de los hogares españoles estaban equipados con Automatización. En 2020, serán casi 4 veces más.
Conceptos diferentes e interconectados
Desde los años 70, cada vez más hogares han integrado la domótica en su modo de funcionamiento. Sin embargo, hasta hace poco tiempo la domótica estaba reservada a los hogares más adinerados. El coste de las instalaciones era elevado y su instalación requería necesariamente la intervención de un profesional (instalación cableada, instalación de módulos de control eléctrico, etc.). Por otro lado, el diseño de las instalaciones se hacía generalmente aguas arriba y, por tanto, no siempre era muy flexible. El “ hogar conectado ” realmente apareció en la época del desarrollo de Internet y red de banda ancha a principios del siglo XXI. Los dispositivos ya no se controlan únicamente de forma remota a través de una caja domótica central: también se conectan entre sí. Por ejemplo, los radiadores pueden apagarse o entrar en modo de espera cuando una ventana está abierta durante demasiado tiempo.
A través de una red sencilla Inalámbrico, los objetos domésticos se vuelven interoperables y pueden controlarse fácilmente a través de aplicaciones La última evolución de esta tecnología la encontramos en el hogar “conectado e inteligente”.
Para ser cada vez más independientes y eficientes, nuestros dispositivos conectados son hoy capaces de analizar nuestros hábitos y comportamientos de estilo de vida. Un nevera puede, por ejemplo, crear listas de compras, el televisor puede encenderse solo justo antes del inicio de nuestra emisión preferido. Además de ser programable y controlable de forma remota, el sistema también “aprende” a conocer mejor nuestras rutinas: esto le permite adaptarse perfectamente a nuestras expectativas y necesidades.
La casa inteligente suele estar equipada con un sistema operativo más complejo: enchufes «inteligentes», electrodomésticos equipados con Bluetooth o sensores de movimiento, todo ello conectado a un control central automatizado. Por tanto, este tipo de instalación suele requerir la ayuda de un profesional. Modular y escalable, hace que sea bastante sencillo agregar dispositivos adicionales con el tiempo.
La seguridad, la vida diaria más fácil, la reducción de los costes energéticos y las aplicaciones de domótica son atractivas. Las ventajas del hogar conectado
Las aplicaciones de la domótica son ilimitadas. Seguridad, comodidad de uso diario y control de los costes energéticos: esta tecnología tiene muchas ventajas.
Seguridad reforzada
Un hogar conectado ofrece un entorno seguro, en particular gracias a la instalación de diferentes sensores, receptores y herramientas analíticas. La alarma de casa está conectada a cámaras, detectores de movimiento, golpe o apertura, sensores de monóxido de carbono…
Toda la información recopilada por estos dispositivos se recopila y es fácilmente accesible en un teléfono inteligente a través de una aplicación. Por ejemplo, es posible desbloquear de forma remota la puerta de su garaje o la puerta de entrada de su casa Pero, además de protegerte contra posibles intrusiones, la domótica también permite asegurar el interior de tu hogar.
Ahora es posible comprobar y controlar el ambiente del dormitorio de su hijo desde el salón. Con un simple gesto podrás apagar o encender su luz nocturna, gestionar la temperatura de un radiador o incluso bloquear una salida.
Alojamiento confortable
El hogar conectado se puede programar y controlar de forma remota, de forma muy precisa. Los radiadores se ajustan al medio grado más cercano; se pueden activar justo antes de que los residentes regresen a casa, para proporcionar un confort térmico óptimo a su llegada.
Al equipar instalaciones interiores y exteriores, la domótica también permite automatizar determinadas tareas cotidianas tediosas. Las piscinas conectadas y las pérgolas bioclimáticas también se controlan fácilmente gracias a sistemas cada vez más eficientes.
La domótica finalmente mejora la comunicación entre los humanos y los objetos en su entorno. Gracias a esta tecnología, las personas vulnerables pueden beneficiarse del máximo de beneficios autonomía. La domótica también permite vigilar remotamente a un padre anciano que vive solo, desde su propia casa.
Costes energéticos controlados
Gracias a una operación cada vez más reactivo, la tecnología moderna ofrece la posibilidad de programar todos los dispositivos del hogar de forma muy precisa.
El hogar conectado te ayuda a gestionar mejor tus gastos energéticos. Los contadores inteligentes y conectados informan al usuario sobre los distintos consumos de cada electrodoméstico del hogar (consumo de electricidad, agua o gas). Las contraventanas, las ventanas y el equipo de calefacción están conectados entre sí y mantienen la temperatura adecuada dentro de la casa. La calefacción representa hasta el 70% del coste energético de tu hogar. El hogar conectado ayudaría a ahorrar entre un 30 y un 45% de estos gastos.